Parte del secreto para poder llevar una vida sustentable y ecológica,
pasa por la autogestión y autosuficiencia en varios aspectos, uno de ellos muy
importante es la alimentación, en las próximas semanas, desde ecocosas.com en
este sentido compartiremos una serie de artículos desde como cultivar
zanahorias hasta, hacer pan casero y sin químicos. Pero como todo las cosas se
ha de empezar por alguna parte, así que empezamos por el huerto, no hace falta
gran espacio, puede ser en una terraza un pedazo muy pequeño de tierra, en esta
primera parte plantearemos una situación ideal donde contamos con un terreno la
próxima entrega sera sobre el huerto urbano.
No hace falta una gran inversión para armar vuestra propia huerta,
apenas un poco de información para así dar el puntapié inicial y dar los
primeros pasos en la tarea de la siembra y la cosecha. Lo primero es contar con
un terreno que no tiene porque ser demasiado amplio pues una huerta para una
familia de cuatro o cinco integrantes requiere apenas unos pocos metros
cuadrados de superficie.
Los bancales
Basta contar con unos pocos bancales para lograr buenos resultados, unos
cinco serán suficientes pues el secreto no sólo está en el tamaño de la huerta
sino también en su cuidado y sistema. En ese sentido, hay tres aspectos
fundamentales a tener en cuenta: La rotación, el uso de abonos orgánicos y la
asociación de plantas.
La tierra
Pero antes de adentrarnos en los por menores del cuidado de la tierra hay
que tener en cuenta la preparación del terreno. Bastará con que el dueño de
casa limpie el terreno quitando las malezas, piedras y vidrios para luego
establecer los bancales, que deben tener un margen de entre 30 y 40 cm. entre
uno y otro para así poder caminar entre ellos.
Expertos en la materia aconsejan no mover la tierra una y otra vez sino
simplemente integrar los terrones de tierra con el suelo natural, para luego
emparejar la zona con un rastrillo.
El abono
Entonces sí, ya estaremos en
condiciones de sembrar aunque para dar ese paso hay que considerar algunos
aspectos que sin dudas incidirán en los buenos resultados de la siembra. Uno de
ellos remite al uso de abonos orgánicos para enriquecer la tierra. Un buen
abono orgánico puede ser creado por ti mismo con restos orgánicos como pueden
ser cáscaras de huevo, restos de patatas, estiércol, cenizas, restos de frutas,
etc. Tan sólo debes echarlos en la tierra en forma pareja y luego regar la zona
para lograr una buena humedad o simplemente tomar los desperdicios, echarles
agua y cubrirlos con un plástico para que fermente y, entonces sí, echarlos en
la huerta. Otra manera es hacer compost con restos vegetales para
abonar la tierra.
La
siembra
Así es como, con estos requisitos básicos, entraremos de lleno en la
etapa de la siembra, que si bien es un proceso sencillo tiene sus secretos. Lo
primero es pensar en lo que se quiere cultivar pues las opciones son de lo más
variadas. Pueden ser habas, cebollas, coliflor, remolacha o acelga hasta
lechuga o puerro. Siempre hay que conseguir el calendario de siembra local para
saber cuando sembrar que mas adelante aclararemos a grandes rasgos como se
prepara la huerta según la estación del año y la utilización de invernaderos.
Las opciones son infinitas.
Al momento de sembrar hay dos
alternativas: por almácigos o en forma directa, echando las semillas en la tierra,
normalmente al realizar siembra directa crecen muchas plantas en un mismo sitio
por lo cual cuando crecen un poco se escogen las mas vigorosas y se arranca las
que han crecido menos esto se realiza al mes aproximadamente esta tecnica se
conoce como aclareo. Si se elige la siembra por almácigos hay que colocar
tierra en recipientes pequeños como para unas pocas semillas, yo utilizo
normalmente las cajas de huevos que van muy bien y son biodegradables tambien
se puede utilizar los cilindoros de rollos de papel higenico o cocina,
colocamas tierra, mezclada con hummus o compost y un poco de arena o fibra de
coco para tener un buen drenage, ponemos un par de semillas por recipiente y
esperamos hasta tener una planta chica que luego transplantaremos a su lugar
definitivo a los 30 a 45 días asi en las fase de germinación y crecimiento
cuando la planta es masfragíl la podemos tener controlada en cuestiones
climaticas, agua etc.
Consejos
Un gran consejo de los expertos
destaca la asociación de cultivos, es decir el sembrar juntas aquéllas
plantas que de alguna manera se benefician entre sí. Puede ser porque se
complementan con sus nutrientes o porque algunas de ellas repelen insectos.
¿Algunos ejemplos? La remolacha y la zanahoria, la albahaca y el tomate,
también la lechuga, la espinaca y la escarola.
Razones por las cuales son buenos para todos los productos organicos:
1. Porque son saludables
Los productos ecológicos son más saludables ya que
están libres de residuos tóxicos persistentes procedentes de pesticidas,
antibióticos, fertilizantes sintéticos, aditivos y conservantes, muchos de
ellos utilizados en la agricultura convencional para eliminar insectos o plagas
y combatir enfermedades, y que a medio o largo plazo pueden dañar nuestro
organismo. Al no contener substancias artificiales, los alimentos procedentes
de la agricultura ecológica son asimilados correctamente por el organismo sin
alterar las funciones metabólicas. Según los especialistas en nutrición, gran
parte de las enfermedades degenerativas tienen su origen en la alimentación.
Otra característica de la agricultura ecológica es
que, al cultivar los alimentos en suelos equilibrados por fertilizantes
naturales, los productos son más nutritivos ya que contienen unos niveles más
altos de vitaminas –especialmente la C–, minerales esenciales –calcio,
magnesio, hierro, cromo…–, antioxidantes –que ayudan a prevenir determinadas
enfermedades como el cáncer–, hidratos de carbono y proteínas.
2. Porque no contienen aditivos sintéticos
Los alimentos ecológicos no contienen aditivos de
síntesis que pueden provocar problemas en la salud tales como insuficiencias
cardíacas, osteoporosis, migrañas y hiperactividad. Cabe destacar que los
productos biológicos, cultivados sin el uso de agroquímicos, respetando los
ritmos naturales y sin aditivos, son equilibrados y muy ricos en nutrientes.
Por otro lado, diferentes estudios han demostrado que no es imprescindible la
incorporación de sustancias de síntesis en el cultivo o producción de alimentos
ni en su conservación posterior. No hace falta buscar productos fuera de
temporada para colmar las necesidades nutricionales de nuestroorganismo.
3. Porque no contienen pesticidas
Centenares de pesticidas químicos son utilizados
habitualmente en la agricultura convencional lo que provoca que restos de
residuos de pesticidas aparezcan en los alimentos procedentes de esta
agricultura que ingerimos diariamente. Diferentes estudios toxicológicos
realizados demuestran la relación existente entre los pesticidas y ciertas
patologías como el cáncer, las alergias y el asma.
El uso de pesticidas también es perjudicial para la
salud del trabajador agrícola, un problema serio especialmente en países en
desarrollo, donde el uso de pesticidas está poco regulado.
A su vez, la utilización de estas sustancias daña
el medio ambiente y conlleva un coste adicional a la sociedad, ya que ésta debe
eliminar los residuos que los pesticidas dejan en la naturaleza.
4. Porque no contienen organismos genéticamente
modificados
En la agricultura ecológica no se autorizan los
organismos genéticamente modificados (OGM). El cultivo de OGM puede tener
consecuencias negativas para el medio ambiente y faltan investigaciones sobre
las consecuencias a largo plazo del cultivo transgénico; actualmente no existen
resultados científicos que demuestren que el cultivo de OGM y los alimentos
transgénicos sean inofensivos para el medio ambiente y la salud humana, y se
desconoce si la ingesta de plantas modificadas genéticamente supone un peligro
directo para la salud, aunque hay indicios que muestran una influencia en el
metabolismo.
La agricultura con organismos genéticamente
modificados conduce hacia la uniformidad genética y con ello hacia una erosión
genética, lo que significa una pérdida de variedad, con grandes extensiones de
un mismo cultivo. La agricultura ecológica quiere conservar e impulsar la
variedad genética de las especies y tipos, y con ello la riqueza de los
paisajes de cultivo.
5. Porque no contienen antibióticos
En la actualidad existe una preocupación sobre el
creciente uso de antibióticos en la ganadería tradicional y los posibles
efectos sobre la salud humana.
Los estándares de control del reglamento europeo
prohíben el uso de antibióticos en la ganadería ecológica, hecho que beneficia
la salud de los consumidores. El tratamiento veterinario que se dispensa al
ganado, salvo excepciones muy tipificadas, es en muchas ocasiones homeopático;
esto significa que los animales se cuidan de forma preventiva, evitando la
administración de antibióticos, tranquilizantes u hormonas.
6. Porque son sostenibles con el medio ambiente
Respetar el medio ambiente es una de las máximas de
los productos ecológicos; cuando consumimos alimentos de cultivo ecológico
colaboramos en la conservación del medio ambiente y evitamos la contaminación
de la tierra, el agua y el aire.
7. Porque tienen máximos niveles de calidad
Los alimentos ecológicos provienen de la
agricultura ecológica, que utiliza un sistema de producción de la máxima
fiabilidad pues está sujeto a una trazabilidad desde el campo hasta la mesa
mediante el Reglamento Europeo 2092/91.
Todos los agentes que intervienen en la cadena
agroalimentaria están sujetos al control e inspección de las materias primas
utilizadas, el proceso de elaboración, el envasado, el etiquetado, etc.
mediante las empresas de control y certificación acreditadas.
8. Porque son respetuosos con el bienestar animal
El reglamento europeo contempla medidas específicas
para la ganadería ecológica en lo que respecta a la habitabilidad en las
granjas con el objetivo de evitar el estrés de los animales y potenciar el
crecimiento en semi libertad.
Este tipo de ganadería permite que los animales
crezcan a su ritmo natural y en unas condiciones de vida adecuadas. Los
animales no son manipulados artificialmente o de manera intensiva para lograr
una mayor producción, ya que, entre otros aspectos, no se practica la
inseminación artificial ni se emplean hormonas.
La alimentación de estos animales está basada en
pastos naturales, leche preferiblemente de su propia madre, y piensos y
forrajes ecológicos, exentos de pesticidas, fertilizantes y transgénicos. Es
importante destacar que un animal bien cuidado y sin estrés produce más y goza
de más salud.
Otra característica de la ganadería ecológica es
que potencia las variedades autóctonas, que son las que mejor se han adaptado a
las condiciones de la zona.
9. Porque son respetuosos con la naturaleza
La agricultura ecológica fertiliza la tierra y
frena la desertificación; favorece la retención del agua y no contamina los
acuíferos; fomenta la biodiversidad; mantiene los hábitats de los animales
silvestres, permitiendo y favoreciendo la vida de numerosas especies; respeta
los ciclos naturales de los cultivos, evitando la degradación y contaminación
de los ecosistemas; favorece la biodiversidad y el equilibrio ecológico a
través de diferentes prácticas: rotaciones, asociaciones, abonos verdes, setos,
ganadería extensiva, etc.; potencia la fertilidad natural de los suelos y la
capacidad productiva del sistema agrario; recicla los nutrientes
incorporándolos de nuevo al suelo como compost o abonos orgánicos, y utiliza de
forma óptima los recursos naturales.
En resumen, respeta el equilibrio de la naturaleza
contribuyendo a la preservación del ecosistema y al desarrollo rural
sostenible.
10. Porque son más sabrosos
Los productos ecológicos, al ser elaborados de
forma más artesanal y cuidadosa, recuperan los gustos originales y tienen mejor
sabor. Debido a que las plantas sólo son regeneradas y fertilizadas
orgánicamente, éstas crecen más sanas y se desarrollan de mejor forma,
conservando el auténtico aroma, color y sabor. Por ello, muchos consumidores
prefieren alimentos ecológicos, ya que conservan el verdadero gusto de cada
ingrediente y les permite recuperar el sabor tradicional de los alimentos.
Además, los alimentos ecológicos se conservan mejor que los convencionales.
http://www.ambientum.com/revistanueva/2007-01/dsostenible/productos_ecologicos.asp
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